ojoscerrados

A veces veces prefiero dormir en el suelo. Tal vez como una forma de evadir mis sueños. Por lo mismo, ya ni siquiera uso almohada, pero igual sigo durmiendo profundo y soñado. Es cansador, me pierdo, me confundo, no entiendo el idioma y tampoco la moneda del lugar, mi reloj no da la hora y los ascensores se mueven de arriba hacia abajo y también de lado a lado. A veces estoy en un edificio y comienza un temblor, miro por la ventana, el horizonte gira y los vidrios se empañan hasta convertirse en los de un avión que va cayendo en picada.  A veces muero y despierto en un coma, me salgo del cuerpo,  las cosas no paran nunca y puedo despertar y volver a dormir y seguir soñando con una habitación sin muros y con un homosexual que se enamora de mí.